Al incorporarse a una nueva organización, comprender su estructura, necesidades y objetivos puede ser de gran ayuda para el éxito a corto y largo plazo. Las dos principales estructuras organizativas, con y sin ánimo de lucro, tienen objetivos, destinatarios y estrategias de resolución de problemas diferentes. Los estudiantes con un máster en administración pública pueden encontrar oportunidades para trabajar en cualquiera de las dos estructuras organizativas, por lo que es importante entender las diferencias básicas entre ambas.
Propósito
Todas las empresas tienen un objetivo claro, pero aquí es donde más se nota la diferencia entre las que no tienen ánimo de lucro y las que sí lo tienen. Aunque las organizaciones con ánimo de lucro pueden tener objetivos diferentes, su propósito principal es obtener beneficios y desarrollar productos y servicios eficaces que aporten valor a los consumidores. Las empresas desarrollan productos y servicios que, o bien resuelven directamente un problema, o bien mejoran la eficiencia general, como en el caso de los teléfonos móviles o los vehículos autónomos. Por el contrario, una organización sin ánimo de lucro no da prioridad al beneficio, sino que promueve una causa social o defiende un punto de vista concreto. Los ejemplos de servicios sin ánimo de lucro suelen incluir la asistencia a las necesidades humanas y medioambientales básicas, como la alimentación, el agua, la educación, las especies en peligro de extinción, los bosques y la fauna. Estos servicios tratan de abordar problemas y cuestiones importantes que pueden poner en peligro la vida. Así, el éxito de las organizaciones sin ánimo de lucro se mide en función del cumplimiento de su misión benéfica.
Audiencia diversa
Las empresas con ánimo de lucro pueden tener un público objetivo mucho más definido que las organizaciones sin ánimo de lucro. En una empresa con ánimo de lucro, se busca llegar y establecer relaciones con los consumidores que comprarán sus productos/servicios para generar ingresos. Esta relación crea un bucle de retroalimentación continua que permite a la empresa aumentar sus ingresos y ampliar su oferta para llegar a nuevos públicos. En lugar de ofrecer un producto o servicio directamente, las organizaciones sin ánimo de lucro suelen llegar a su público con un producto, servicio o mensaje de acción. Las organizaciones sin ánimo de lucro necesitan llegar a un público más diverso, que puede incluir voluntarios, donantes, empresas patrocinadoras y el público en general.
Liderazgo
La dirección ejecutiva de una empresa con ánimo de lucro suele ser bastante clara. Tanto si se trata de una pequeña empresa privada como de una gran corporación con un consejo de administración y partes interesadas, la responsabilidad del liderazgo se comparte entre un grupo selecto de individuos. Estas personas no sólo son consideradas líderes, sino que también tienen interés en el éxito financiero de la organización, lo que a menudo se traduce en incentivos como primas y reparto de beneficios. Como tal, los líderes con fines de lucro se preocupan principalmente por los beneficios y el aumento de los ingresos de la organización. Por el contrario, las organizaciones sin ánimo de lucro suelen estar dirigidas y gobernadas por un consejo de administración, que determina el futuro de la organización sin tener una propiedad financiera directa. El consejo de administración puede tener desde 25-30 miembros hasta más de 100. Aunque no se preocupa demasiado por el éxito financiero, el consejo tiene que equilibrar las preocupaciones financieras con las sociales y/o medioambientales. En este caso, el orden del día de la reunión de la junta directiva suele incluir una amplia gama de temas, como la financiación de los próximos proyectos, el clima social, las cuestiones medioambientales, la eficacia de la organización, la recaudación de fondos, la política social y política y los posibles problemas de la comunidad que necesitan ayuda o financiación.
Cultura organizativa
Las diferencias de misión pueden llevar a las organizaciones con y sin ánimo de lucro a crear dos culturas organizativas muy diferentes. Debido al objetivo de obtener beneficios económicos, la cultura de las organizaciones con ánimo de lucro tiende a centrarse en las finanzas y las métricas empresariales, como los indicadores clave de rendimiento (KPI). También se anima a los empleados a innovar a la hora de crear nuevos productos y mercados que puedan contribuir a aumentar los ingresos de la empresa a corto y largo plazo. La cultura dentro de una organización sin ánimo de lucro suele estar más orientada a la comunidad, ya que a menudo se pide a los empleados que aborden y resuelvan problemas que tienen pocos incentivos económicos (como la defensa de la deforestación).
Personal
El personal de una organización sin ánimo de lucro puede ser completamente diferente al de una empresa con ánimo de lucro. Mientras que una empresa con ánimo de lucro estará formada principalmente por personal remunerado y becarios, una organización sin ánimo de lucro suele depender en gran medida de personal voluntario. Este elemento se relaciona con muchos otros aspectos de una empresa sin ánimo de lucro, ya que estos voluntarios también estarán a menudo en primera línea, representando la misión de la organización sin ánimo de lucro ante posibles futuros donantes.