Cada uno de los sectores desempeña diferentes funciones en la sociedad relacionadas con el suministro de diferentes tipos de bienes. Las teorías económicas sostienen que el sector del mercado y el gobierno producen bienes privados y públicos con mayor eficiencia, respectivamente. Esto se justifica por la capacidad del mercado para dar cuenta de las preferencias de los consumidores, así como por el poder del gobierno para imponer impuestos y regulaciones. Un ejemplo de bien público es el servicio en la policía, mientras que un bien privado podría ser la compra de un coche. Sin embargo, los límites de lo que puede considerarse público o privado son políticos, lo que deja un espacio borroso y sin rellenar de bienes casi públicos. En la literatura se ha descrito el fracaso del gobierno y del sector del mercado en la producción efectiva de bienes cuasi-públicos.
El papel de las organizaciones sin ánimo de lucro que ocupan el territorio dejado por el gobierno es cada vez más importante en las sociedades heterogéneas. A medida que aumenta la diversidad de la población, la percepción del bien común cambia significativamente, ya que cada grupo étnico y social tiene necesidades diferentes. Además, la política y el gobierno cambian periódicamente por motivos electorales, y los políticos tratan de complacer las demandas del votante medio. En cualquiera de los casos, las organizaciones sin ánimo de lucro se convierten en una solución alternativa para suplir las carencias, ya sea en la provisión de bienes y servicios o para dar voz a los que no son escuchados.
Mientras que las organizaciones sin ánimo de lucro constituyen la infraestructura que sostiene el sector benéfico en una economía de mercado, las organizaciones con ánimo de lucro actúan como contribuyentes de capital a la actividad benéfica. En otras palabras, las organizaciones con ánimo de lucro han demostrado ser el mecanismo más eficaz para la producción de riqueza y recursos. Las organizaciones sin ánimo de lucro son una forma de redistribuir la riqueza.
Aunque los individuos son los principales contribuyentes a la caridad, las empresas también se han unido a la lista de filántropos. Muchas empresas contribuyen al sector a través de prácticas filantrópicas, como igualar las donaciones de sus empleados a causas específicas o devolver una parte de sus contribuciones.
Ideas clave relacionadas
La falta de rendimiento es otra teoría relacionada con las deficiencias del sector del mercado, que el sector no lucrativo aborda. A veces, la calidad, la cantidad o el coste de un servicio son difíciles de evaluar para los consumidores, por lo que las empresas pueden aprovecharse de ello. En este caso, la gente tiene más confianza en el sector no lucrativo debido a las restricciones de no distribución que limitan a estas organizaciones.
La teoría del fracaso del mercado es una teoría económica que establece escenarios en los que el sector empresarial es ineficiente en la prestación de servicios y bienes, por lo que otro sector debe hacerse cargo de la necesidad insatisfecha. Un ejemplo de fallo del mercado es la provisión de bienes públicos y cuasi-públicos, por lo que el gobierno y las organizaciones sin ánimo de lucro deben intervenir.
La economía social es un término europeo que incluye más organizaciones en la categoría de organizaciones sin ánimo de lucro en comparación con la definición estadounidense. Esta clasificación incluye las cooperativas, las mutuas, las empresas sociales y otras organizaciones de tipo empresarial.